FW: Oye Un Favor
miércoles, 30 de septiembre de 2009
FW: Oye Un Favor
Conejos Blancos
Ustedes disculparán la longitud que va a tener este post, pero recordé de nuevo este cuento que leí hace tiempo y pensé en compartírselo.
Se trata de "Conejos Blancos" de Leonora Carrington, esta anglo-mexicana nacida a principios del siglo pasado y mejor conocida por su obra plástica. Cuando me lo encontré en la antología "Cuentos Inolvidables Segun Cortázar" me sorprendí mucho de encontrar un cuento de esta mujer, después de leerlo comprendí que era solamente lógico que ella escribiera algo así. Debo confesar que lo he leído decenas de veces, y que cada una de ellas me he quedado con una sensación un tanto inquietante que dura un buen rato.
Aquí va.
Conejos blancos - Leonora Carrington
Ha llegado el momento de contar los sucesos que comenzaron en el número 40 de Pest Street. Parecía como si las casas, de color negro rojizo, hubiesen surgido misteriosamente del incendio de Londres. El edificio que había frente a mi ventana, con unas cuantas volutas de enredadera, tenía el aspecto negro y vacío de una morada azotada por la peste y lamida por las llamas y el humo. No era así como yo me había imaginado Nueva York.
Hacía tanto calor que me dieron palpitaciones cuando me atreví a dar una vuelta por las calles; así que me estuve sentada contemplando la casa de enfrente, mojándome de cuando en cuando la cara empapada con sudor.
La luz nunca era muy fuerte en Pest Pret. Había siempre una reminiscencia de humo que volvía turbia y neblinosa la visibilidad; sin embargo, era posible examinar la casa de enfrente con detalle, incluso con precisión. Además, yo siempre he tenido una vista excelente.
Me pasé varios días intentando descubrir enfrente alguna clase de movimiento; pero no percibí ninguno, y finalmente adopté la costumbre de desvestirme con total despreocupación delante de mi ventana abierta y hacer optimistas ejercicios respiratorios en el aire denso de Pest Street. Esto debió de dejarme los pulmones tan negros como las casas.
Una tarde me lavé el pelo y me senté afuera, en el diminuto arco de piedra que hacía de balcón, para que se me secara. Apoyé la cabeza entre las rodillas, y me puse a observar una moscarda que chupaba el cadáver de una araña, a mis pies. Alcé los ojos, miré a través de mis cabellos largos, y vi algo negro en el cielo, inquietantemente silencioso para que fuera un aeroplano. Me separé el pelo a tiempo de ver bajar un gran cuervo al balcón de la casa de enfrente. Se posó en la balaustrada y miró por la ventana vacía. Luego metió la cabeza debajo de un ala, buscándose piojos al parecer. Unos minutos después, no me sorprendió demasiado ver abrirse las dobles puertas y asomarse al balcón una mujer. Llevaba un gran plato de huesos que vació en el suelo. Con un breve graznido de agradecimiento, el cuervo saltó abajo y se puso a hurgar en su comida repugnante.
La mujer, que tenía un pelo negro larguísimo, lo utilizó para limpiar el plato. Luego me miró directamente y sonrió de manera amistosa. Yo le sonreí a mi vez y agité una toalla. Esto la animó, porque echó la cabeza para atrás con coquetería y me dedicó un elegante saludo a la manera de una reina.
−¿Tiene un poco de carne pasada que no necesite? −me gritó.
−¿Un poco de qué? −grité yo, preguntándome si me habría engañado el oído.
−De carne en mal estado. Carne en descomposición.
−En este momento, no −contesté, preguntándome si no estaría bromeando.
−¿Y tendrá para el fin de semana? Si fuera así, le agradecería inmensamente que me la trajera.
A continuación volvió a meterse en el balcón vacío, y desapareció. El cuervo alzó el vuelo.
Mi curiosidad por la casa y su ocupante me impulsó a comprar un gran trozo de carne a la mañana siguiente. Lo puse en mi balcón sobre un periódico y esperé. En un tiempo relativamente corto, el olor se volvió tan fuerte que me vi obligada a realizar mis tareas diarias con una pinza fuertemente apretada en la punta de la nariz. De cuando en cuando bajaba a la calle a respirar.
Hacia la noche del jueves, noté que la carne estaba cambiando de color; así que, apartando una nube de rencorosas moscardas, la eché en mi bolsa de malla y me dirigí a la casa de enfrente.
Cuando bajaba la escalera, observé que la casera parecía evitarme.
Tardé un rato en encontrar el portal de la casa. Resultó que estaba oculto bajo una cascada de algo, y daba la impresión de que nadie había salido ni entrado por él desde hacía años. La campanilla era de ésas antiguas de las que hay que tirar; y al hacerlo, algo más fuerte de lo que era mi intención, me quedé con el tirador en la mano. Di unos golpes irritados en la puerta y se hundió, dejando salir un olor espantoso a carne podrida. El recibimiento, que estaba casi a oscuras, parecía de madera tallada.
La mujer misma bajó, susurrante, con una antorcha en la mano.
−¿Cómo está usted? ¿Cómo está usted? −murmuró ceremoniosamente; y me sorprendió observar que llevaba un precioso y antiguo vestido de seda verde. Pero al acercarse, vi que tenía la tez completamente blanca y que brillaba como si la tuviese salpicada de mil estrellitas diminutas.
−Es usted muy amable −prosiguió, tomándome del brazo con su mano reluciente−. No sabe lo que se van a alegrar mis pobres conejitos.
Subimos; mi compañera andaba con gran cuidado, como si tuviese miedo.
El último tramo de escalones daba a un “boudoir” decorado con oscuros muebles barrocos tapizados de rojo. El suelo estaba sembrado de huesos roídos y cráneos de animales.
−Tenemos visita muy pocas veces −sonrió la mujer−. Así que han corrido todos a esconderse en sus pequeños rincones.
Dio un silbido bajo, suave y, paralizada, vi salir cautelosamente un centenar de conejos blancos de todos los agujeros, con sus grandes ojos rosas fijamente clavados en ella.
−¡Vengan, bonitos! ¡Vengan, bonitos! −canturreó, metiendo la mano en mi bolsa de malla y sacando un trozo de carne podrida.
Con profunda repugnancia, me aparté a un rincón; y la vi arrojar la carroña a los conejos, que se pelearon como lobos por la carne.
−Una acaba encariñándose con ellos −prosiguió la mujer−. ¡Cada uno tiene sus pequeñas costumbres! Le sorprendería lo individualistas que son los conejos.
Los susodichos conejos despedazaban la carne con sus afilados dientes de macho cabrío.
−Por supuesto, nosotros nos comemos alguno de cuando en cuando. Mi marido hace con ellos un estofado sabrosísimo, los sábados por la noche.
Seguidamente, un movimiento en uno de los rincones atrajo mi atención; entonces me di cuenta de que había una tercera persona en la habitación. Al llegarle a la cara la luz de la antorcha, vi que tenía la tez igual de brillante que ella; como oropel en un árbol de Navidad. Era un hombre y estaba vestido con una bata roja, sentado muy tieso, y de perfil a nosotros. No parecía haberse enterado de nuestra presencia, ni del gran conejo macho cabrío que tenía sentado sobre su rodilla, donde masticaba un trozo de carne.
La mujer siguió mi mirada y rió entre dientes.
−Ése es mi marido. Los chicos solían llamarlo Lázaro...
Al sonido de este nombre, familiar, el hombre volvió la cara hacia nosotras; y vi que tenía una venda en los ojos.
−¿Ethel? −preguntó con voz bastante débil−. No quiero que entren visitas aquí. Sabes de sobra que lo tengo rigurosamente prohibido.
−Vamos, Laz; no empecemos −su voz era quejumbrosa−. No me puedes escatimar un poquitín de compañía. Hace veinte años y pico que no veía una cara nueva. Además ha traído carne para los conejos.
La mujer se volvió y me hizo seña de que fuera a su lado.
−Quiere quedarse entre nosotros; ¿a que sí? −de repente me entró miedo y sentí ganas de salir, de huir de estas personas terribles y plateadas y de sus conejos blancos carnívoros.
−Creo que me voy a marchar; es hora de cenar.
El hombre de la silla profirió una carcajada estridente, aterrando al conejo que tenía sobre la rodilla, el cual saltó al suelo y desapareció.
La mujer acercó tanto su cara a la mía que creí que su aliento nauseabundo iba a anestesiarme.
−¿No quiere quedarse, y ser como nosotros? En siete años su piel se volverá como las estrellas; siete años tan sólo, y tendrá la enfermedad sagrada de la Biblia: ¡la lepra!
Eché a correr a trompicones, ahogada de horror; una curiosidad malsana me hizo mirar por encima del hombro al llegar a la puerta de la casa, y vi que la mujer, en la balaustrada, alzaba una mano a modo de saludo. Y al agitarla, se le desprendieron los dedos y cayeron al suelo como estrellas fugaces.
-Andriux
lunes, 28 de septiembre de 2009
domingo, 27 de septiembre de 2009
Domingo
Salgo de la cama, salgo de la casa y la ciudad lleva un ritmo inesperado.
¿Hace cuánto que no me aventuraba más allá de unas cuantas calles cercanas en un día como hoy?
Ni siquiera lo se.
Y la ciudad lleva un ritmo inesperado.
Una arteria bloqueada, dos, tres, mil y nadie protesta. Sólo corrigen el camino sin más.
Alto total, yo no puedo más.
Camino, camino, subo, bajo, espero el tren.
Minutos, minutos, más minutos.
¿Dos, diez, treinta?
Nadie se inmuta, nadie desespera.
Por fin llega y sólo calma, yo no puedo más.
Subo.
Llego al destino, la ciudad lleva un ritmo inesperado.
Una llamada y se que esperaré.
¿Diez, veinte, cuarenta?
El piso está asqueroso, trato de no pensar más.
Y la gente que pasa, paquetes, bolsas, ese olor a hierbas va a enloquecerme.
La paciencia empieza a esfumárseme y a cada puerta que se abre lanzo miradas inquietas ¿Donde estás?
Ese timbre ensordecedor va a enloquecerme.
La ciudad lleva un ritmo inesperado y yo no puedo más.
Entonces pienso.
¿Será que me ha entrado en las venas el agitado correr de toda la semana?
¿Será que un día como hoy, yo no encajo en esa calma que ronda a mi alrededor?
Podría ser que hubiera sido mejor quedarme en casa para tener prisa a mis anchas,
que salir a la calle a sufrir de un poco de tranquilidad, de este ritmo inesperado.
¿Debería alarmarme? ¿Es acaso triste esto?
Por fin llegas.
¿Qué estaba diciendo?
Vamos que ya es tarde.
jueves, 24 de septiembre de 2009
domingo, 20 de septiembre de 2009
DONATELLO (III)
Ópera Rock en Tres Actos (este es el esquema solamente)
Idea original: Edgar Berrospe y Alejandro Giles
TERCER ACTO
Personajes: Donatello, José Mentecho, Aquiles Baeza, Edgar Añón, Juanita, Higurashi, Cuco, Tláloc, Marco G. Rico, Yossi T. Castro.
Han pasado muchos años desde aquella reunión en la que Juanita conoció a Tlaloc y Donatello desapareció de la vista de todos. Cuco se ha cansado de ser el manager de grupos plásticos y ahora que tiene fama y dinero añora las épocas en las que se divertía creando cosas nuevas con “The Dead Friends” y decide rescatar el grupo de las cenizas. Se escucha una canción llena de energía.
Primero busca a Edgar Añón y se encuentra con la sorpresa de que su enfermedad venérea ha sido curada y que además ha sentado cabeza casándose con la sargento de la guerra del Golfo, Yossi T. Castro. El siguiente paso que Cuco dio fue meter a Aquiles Baeza en un programa de rehabilitación, donde consigue en poco tiempo olvidarse de las drogas pero se vuelve adicto al café y al cigarro. Por último, se encuentra con un José Mentecho listo para salir del manicomio con la condición de que Cuco se hiciese responsable de su comportamiento. Este último decide organizar un evento para reunir a todos lo amigos de antaño, lo que coincide con la noticia de que Higurashi y su esposo Marco G. Rico se han cansado de viajar por el mundo y han decidido formar su propia empresa en México dedicada a artículos electrónicos para el hogar. Por su parte, Juanita y Tlaloc han vivido juntos los últimos tres años, pero aún no se deciden a casarse formalmente. En este punto suena una balada extremadamente calmada.
El día del evento todo sale conforme al plan: es una reunión planeada con un público selecto, sólo los más cercanos a la banda junto a unos cuantos empresarios de la industria discográfica, e inversionistas. La banda empieza tocando una canción tranquila, también balada pero con un coro pegajoso, al que poco a poco se unen todos los presentes.
De pronto cambia completamente el ritmo y suena una canción agresiva. En ese momento hace su aparición Donatello, quejándose estrepitosamente por no haber sido invitado a la reunión. Aquiles Baeza en el micrófono hace un comentario irónico sobre su aparición y lo invita a subirse al escenario, a lo que Donatello responde sacando una Thompson con la que le hace cerca de cincuenta agujeros calibre .45 en menos de tres segundos.
Todo mundo se asusta y corre a ocultarse donde puede, sin embargo, nadie escapa a la ráfaga proveniente de la ira de Donatello y de su subametralladora, mientras se escucha una canción de metal pesado.
Después de la lluvia de plomo sólo han quedado cuatro personas en pie: Higurashi, Juanita, Tláloc y el mismo Donatello. Se escucha una canción desesperante.
Donatello, eufórico, no sabe a quién le debe disparar, en su estado de locura le es difícil saber si está enamorado de Juanita o de Higurashi, quien observa la duda en la mirada de Donatello y decide arriesgarse a intentar desarmarlo. A manera de reflejo, Donatello le dispara a Higurashi, quien cae muerta al instante. En ese momento calma la música desesperante y se escucha unacanción disonante, con acordes que van desde lo más agudo a lo más grave. Sólo entonces Donatello empieza a recapacitar en su propia vida y poco a poco se va dando cuenta de que él en realidad amaba a Higurashi y en ese momento se dirige al cadáver inerte de su amor platónico para intentar reanimarlo. Al darse cuenta de que esto es imposible, decide ponerle fin a su angustia y dispara sobre sí mismo la última ráfaga de su Thompson.
El final de esta ópera rock está ambientado con una canción triste y con la imagen de Juanita llorando sobre la tumba de Tláloc. En el mismo panteón se pueden ver las tumbas de todos los amigos restantes y los invitados a la reunión, incluyendo a Donatello.
Alex Giles
viernes, 18 de septiembre de 2009
Chiste
Ya en el cuarto, después de cinco minutos de intensidad (jajaja), le dice muy orgullosamente a la chica,
- A lo que te salga en nueve meses, le pones Francisco!!!!
y la chica hábilmente contesta
- A lo que te salga en tres días, le pones penicilina
(jajajajajaja)
jueves, 17 de septiembre de 2009
El Teniente-Consumatum Est
Escucha a los que han de morir y pensando en ella cantarán:
Llevo tu recuerdo cual tatuaje aquí en mi piel
Como herida que de un roce ya me arde
Quema la distancia que muy lejos de borrar
Avivando mis deseos de tenerte
Pierden el sentido los disparos y el temor
Estrategias homicidas, tu silencio involuntario
Que me hiere
Que le lleven mis memorias al teniente
Frente al enemigo aunque ya no sé quién es
En el lodo las dos sangres son iguales
Tiemblo en cada tiro pues en esta confusión
No es difícil que mi blanco sea yo mismo.
Pierden el sentido mi noción de libertad
Los malditos arsenales
tus silencios sin correo
que me hieren
Que le lleven mis memorias al teniente
Y en fin esperando aquí, aguardando volar a ti
Y en fin esperando aquí, aguardando volar a ti
Morir
Desde la trinchera es imposible hacer llegar
mi palabra a tu oido inalcansable.
Quiero que las tengas aunque no podré mirar
la respuesta de tus ojos al leerlas.
Pierden el sentido los tratados por la paz
Un disparo en el cerebro es demasiado para alguien
que te quiere
Que le lleven mis memorias al teniente
El Teniente
Consumatum Est
Pd. Un link a un fan.
Ix
martes, 15 de septiembre de 2009
Palabras
ustedes sabrán disculpar la mala letra y lo enmarañado... pero juro que esa era justo la idea...
en todo caso... si necesitan la transcripción...
No me importa qué carro manejas,
ni dónde vives. O si tu conoces a alguien
que conoce a alguien que conoce a alguien.
O si tu crédito es ilimitado. Sólo me
importan las palabras que fluyen
de tu mente. Éstas son la única
posesión que realmente tienes.
Lo que realmente recuerdo de tí.
No me enamoro de huesos, carne
o piel. No me enamoro de los lugares
en los que has estado.
No me enamoro de nada, excepto
de las bellas palabras que fluyen
de tu extraordinaria mente.
la textura en papel da vida a los escritos... es como su propio latir
lunes, 14 de septiembre de 2009
Mujer de caricias inquietas
A ti mujer de caricias inquietas de miradas pagadas y de besos comprados, a ti mujer de los sueños esfumados y de amores apagados.
Mujer que subastas tus caricias, besos y caderas al mejor postor, a ti mujer que solo esperas a que termine la noche para solo ser tú.
A ti mujer de caricias inquietas, que sólo tu sabes el desconsuelo del falso amor, del amor fingido, del amor valuado por un peso o tal vez dos.
Mujer que mueves tus caderas al mismo ritmo de un reloj, que detenga el tiempo de aquél que te alquiló, de aquél que con su dinero te hizo el “amor”.
A ti mujer que rondas las noches ofertando tu silueta, recorriendo calles y esperando quien ofrezca el intercambio de unos papeles por el movimiento de tus caderas.
A ti mujer que solo tu sabes la pesadez de tus andares, el sufrir de tus noches y el desgaste de tus ilusiones, no me mal interpretes no te juzgo.
Mujer de caricias inquietas, sólo te digo que un día llegara quien te compre no tu cuerpo, sino, tu alma y ese precio no será el de uno o dos pesos.
A ti mujer de caricias inquietas el intercambio esta ves será su alma por la tuya, la fusión de dos corazones pero sobre todo tendrás.
Mi respeto y mis ilusiones.
A ti, mujer de caricias inquietas….
(Este poema lo escribió un buen amigo mio llamado Daniel Aguilar Guerrero)
Sergio Giles
"Mi primera intervención será su primera desgracia"
Mi primer aporte es invitarlos al ciclo "Rock en el Cine" que se estará presentando en la Cineteca Nacional, la cual estará mostrando documentales, películas y conciertos referentes a este tan chingón género musical.
Para todos aquellos melómanos, amantes del rock e interesados les hago una cordial invitación.
En especial, les recomiendo el documental "Radiohead-Meeting People is Easy", del director Gant Lee, el cual muestra a la banda durante la gira de su más importante album "Ok Computer" y cómo es que sus integrantes afrontan la fama y las consecuencias de hacerlo. Es bastante bueno el documental, y si no conocen la banda, es una buena opción para que empiecen a hacerlo.
Acá les dejo el link con la cartelera:
http://www.cinetecanacional.net/ciclos.php?cic=1082
una mañana cualquiera
domingo, 13 de septiembre de 2009
La Chambre des Morts
Ha empezado una de las épocas favoritas de año para los francófilos como yo, el tour de cine francés, en su 13ava edición.
Y para empezar bien (que no siempre todas las que traen son la quinta maravilla cinematográfica para ser sinceros) fui a ver La Chambre des Morts (El Cuarto de los Muertos)
Una niña de 12 años es hallada muerta bajo circunstancias extrañas en el mismo lugar donde se sospecha que se cometió otro homicidio la noche anterior. Una detective que apenas empieza a trabajar en el departamento de investigaciones se involucra ampliamente en el caso, que pinta como algo bastante inquietante y retorcido, y resulta tener ideas claves para su esclarecimiento...
Es una peli de policías, asesinos en serie... bueh, como hemos visto millones. Pero que realmente mantiene en tensión a lo largo de la proyección. Las historias se entretejen de maneras inesperadas, los personajes reaccionan de formas poco comunes... En resúmen, una peli que creo que vale la pena. Además la producción es bastante buena, que no siempre es el caso en el cine francés.
Como dato extra, la personaja principal es Mélanie Laurent que tiene un estilo que me gusta mucho (también pueden verla en una actuación muy buena y una peli increíble en "Je vais bien ne t'en fais pas").
Así que recomiendo mucho que si tienen chance vayan a verla. Por cierto que si lo hacen, fíjense mucho en la última escena, ya que le da una especie de giro a la historia.
horarios y fechas del tour en el DF
en Cinépolis aquí
en la cineteca aquí
circuito cultural (cineteca, cinemanía, IPS y UNAM) aquí
20 de noviembre
No se detiene nunca, siempre tiene que hacer.
Es la lucha de todos los días contra nosotros mismos.
Contra el egoísmo, contra las ambiciones desmedidas.
Contra la indiferencia, contra la hipocresía.
La verdadera alegría es dar,
pelear por los que tienen hambre…
…
La revolución somos nosotros
porque nosotros somos México,
porque somos nuestra América,
una inmensa nación a la que dio Bolívar
la orientación eterna de unidad y de amor.
Unir a Nuestra América por la Revolución
que quiere para todos la justicia social.
Mientras el campesino viva mal
es porque nuestro egoísmo
es tan grande como su pobreza.
…
Carlos Pellicer
(Tabasco 1899 – Cd de México 1977)
A propósito de las fechas... sofia
sábado, 12 de septiembre de 2009
Tuxedomoon (Nine Rain I)
La profesora Nicolle decía:
-s’il vous plait, repeter apres moi …
Mis ojos no perdían detalle de cualquier movimiento de las piernas de Andrea, la estudiante de relaciones internacionales que hoy en la mañana se había dignado a ponerse esa minifalda negra.
Y de repente ¡¡¡¡zaz!!!!, todo era evidente en ese momento, no tenía la calculadora a la mano para corroborarlo, pero Lorenzo tenía razón. Recordé que me había insistido que mis resultados eran errados, que las repuestas de esos ejercicios habían sido revisadas exhaustivamente por más de un profesor, pero en ese momento no pude ver mi error. Ahora mi cabeza estaba lo suficientemente despejada para darse cuenta que la fricción no era la misma, que ésta cambia de sentido cuando el cuerpo en cuestión cambia el sentido de su movimiento al empezar a descender por la rampa. Más que perfecto, en este momento Andrea liberaba su pierna izquierda para posteriormente cruzarla sobre la derecha.
Cuando ese par de piernas se encontraban a medio camino hacia la biblioteca central y era cada vez más difícil apreciarlas, me encamine al cubículo de Lorenzo para contarle que por fin había encontrado el error que no me permitía llegar al mismo resultado que él desde hacia ya un par de semanas.
Después de contarle mis logros a Lorenzo, entró al cubículo Hugo Serrano, otro melómano profesional cuyo pasatiempo es dar clases de ciencias básicas a los jóvenes preingenieros.
- Imposible Lorenzo, ese compromiso ya estaba hecho desde antes y si no voy mi mujer me mata.- dijo Hugo
- No me digas eso, van a estar juntos Brown, Principle y Reininger, eso nunca se ha visto en este país - contesto Lorenzo
- No me tientes Satanás
- Ni modo, que se le va a hacer.
Cuando Hugo salió del cubículo Lorenzo me volteo a ver preguntandome
- ¿No quieres ir tú?, es hoy a las siete en el Teatro de la Ciudad.
- va, ¿quién toca? - conteste y pregunte
- Tuxedomoon, un grupo de culto, postpunk, que empezó a incluir muchos elementos electrónicos en su música...
Veinte minutos antes de las siete ya estaba yo afuera del teatro. Es a toda madre viajar en el metro cuando no va lleno y funcionan los ventiladores (Han de saber ustedes que en el metro se encuentra instalado un complejo sistema fruto de la ingeniería mexicana. En el piso de los vagones hay un arreglo de galgas extensiométricas, de tal suerte que cuando los vagones se llenan, en las galgas se genera una diferencia de potencial mayor a cierto umbral, acto seguido los ventiladores se apagan). Espere unos cinco minutos la llegada de Lorenzo, mientras observaba como los más diversos personajes habían abandonado sus labores vespertinas para venir a recrear sus cuarentones oídos.
Lo que escuche esa tarde-noche fue diferente, raro y definitivamente me agrado. Había cuatro músicos en el escenario; Steven Brown en el saxofón, clarinete, teclados y voz; Luc Van Leishout en la trompeta; Blaine Reininger en el violin y voz; y Peter Principle en el bajo; eventualmente todos le metían mano a lo que supongo eran sintetizadores o cajas de ritmos. Además, había un fulano que usaba una cámara y cualquier cosa que estuviera a su alcance para producir efectos visuales en vivo, los cuales eran proyectados al fondo del escenario.
En 1977, en San Francisco, California dos estudiantes de música electrónica, Steven Brown y Blaine Reininger, empiezan a tocar juntos. Posteriormente el vocalista Winston Tong y el bajista Peter Principle se unen al grupo. Después de editar sus dos primeros discos, Half Mute y Desire, Tuxedomoon emigra a Bruselas. Ya instalados en Europa son requeridos por Maurice Bejart para crear la música del ballet Devine, homenaje a Greta Garbo. En 1983 Blaine Reininger abandona la agrupación, en ese mismo año el trompetista Luc Van Lieshout se une a la misma. El grupo logra su mayor éxito comercial en 1985 cuando salió al mercado mi disco favorito de Tuxedomoon, Holy Wars. Tong deja a la agrupación y ésta graba dos discos más Ship of Fools y You. Posteriormente los integrantes de la banda deciden buscar nuevas carreras, además de nuevos lugares de residencia, Brown – México, Reininger – Grecia y Principle – New York.
En 2004 Brown, Reininger, Van Lieshout y Principle vuelven a unir sus talentos y graban el maravilloso Cabin in the Sky, disco que los trajo por primera y hasta el momento única vez a México. Los integrantes de Tuxedomoon han acortado sus distancias dos ocasiones más en 2006 y 2007, Bardo Hotel Soundtrack y Vapour Trails, respectivamente.
Holy Wars es un disco que yo adoro de principio a fin en el orden que está, pero considero que hay cuatro momentos a destacar. The Waltz es una adecuada obertura para esta obra. St John, sólo diré que me encanta. Bonjour Tristesse, la trompeta toca una seductora línea y es descaradamente seguida por alguna percusión, se escuchan el suspiro del seducido teclado, la trompeta continua su provocadora labor, la voz se yuxtapone a la trompeta “You want me too much…”, el bajo se anuncia a si mismo con un par de patadas, etc. In a manner of speaking, el piano nos abre la puerta y nos enciende la luz del obscuro pasillo, el bajo marca las notas que nos acompañaran a lo largo del recorrido, etc.
Saludos desde la ciudad de la eterna primavera¡
Berrospe
jueves, 10 de septiembre de 2009
el primero!
Tal vez sería bueno presentarme antes, ya que supongo que hay quienes no me conocen, mi nombre es Andrea y he sido invitada a este blog por mis compañeros de la maestría.
Hablando de la escuela y otros demonios, quisiera empezar compartiendo algo que me ha rondado la cabeza las últimas semanas.
Resulta que llevaba casi un año y medio desempeñando un trabajo el cuál un mono bilingüe podría haber hecho. Era fácil casi todo el tiempo, sí, me dejaba mucho tiempo libre, sí... pero yo sabía que algo no estaba del todo bien.
Ahora, de regreso en la escuela, me he dado cuenta de qué era ese algo: mi cerebro estaba empolvándose. Y es que es maravilloso sentir que de nuevo lo estoy usando para algo, que se le presenta un reto el cual hay que desmenuzar, analizar y reflexionar. En pocas palabras estoy usando mi cerebro para pensar. Y no me refiero solamente a comprender lo que los maestros intentan enseñarme en el salón de clases, eso está muy bien y por supuesto que es el punto de partida de la cuestión, pero desde hace unas semanas siento como si esa materia gris se empezara a desoxidar para muchas otras cosas, por ejemplo, para poder ver el mundo desde una perspectiva fresca, sonará exagerado, pero es verdad. Si a esto le sumamos la muy agradable experiencia de haberme encontrado con personas muy interesantes con las cuales charlar y compartir puntos de vista y experiencias, se completa un todo verdaderamente estimulante.
En fin, aprovecho para dejarles una recomendación: Una rolita (de mis favoritas) de los maravillosos (y desaparecidos) Dresden Dolls, una banda bostoniana de cabaret punk (lo que sea que eso quiera decir).
Las reglas de oro de Bill Gates.
Regla 2- Al mundo no le importara tu auto-estima. El mundo esperará que logres algo, ANTES de que te sientas bien contigo mismo.
Regla 3- No ganarás $40 mil dólares mensuales al momento de salir de la prepa o universidad. No serás un vicepresidente con un teléfono en el coche, hasta que te hayas ganado ambos.
Regla 4- Si piensas que tu maestro es duro, espera hasta que tengas un jefe. El no tiene vocación.
Regla 5 - Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: ellos le llamaban oportunidad.
Regla 6- Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores - aprende de ellos.
Regla 7- Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escucharte hablar acerca de lo buena onda que eres. Así que, antes de que salves las selvas de la contaminación de la generación de tus padres, por que no pruebas con limpiar primero el closet de tu propia habitación.
Regla 8- En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero la vida real no. En algunas escuelas se han abolido los reprobados, y te dan las oportunidades que necesites para contestar correctamente y encontrar la respuesta correcta. Esto no tiene ninguna semejanza con la vida real!
Regla 9- La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos, y muy pocos jefes se interesaran en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.
Regla 10- La televisión no es la vida diaria. En la vida diaria, la gente de verdad tiene que salir del café irse a trabajar.
Regla 11- Se amable con los nerds. Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos .
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Instrucciones para bailar un beso
Paso básico:dos bocas se saludan,se prueban,
dos cuerpos se estremecen,
se aislan del mundo.
A partir del paso básico depende de ambos el tempo y la cadencia, cada uno aportará suspiros y pasos más complejos que se hilaran para crear una conversación dulce.
Por un momento puede parecer que el cuerpo desaparece, que ambos bailarines se funden para crear un corazón que late al ritmo del compás elegido. Pero lo mejor es dejarse llevar por esa corriente espesa hacia esa caverna oscura y vivir para contarlo.
Ix
Iniciativa Privada
Bernardo Quintana Arrioja.
jueves, 3 de septiembre de 2009
Las rubayatas Omar Khayyam
En 1859, el poeta y filólogo inglés Edward Fitzgerald (1809-1883) dio a conocer por primera vez los cuartetos (rubaiyat –ó rubayatas–) de un autor persa del siglo XI, Omar Khayyam, conocido como astrónomo y matemático.
He aquí un ejemplo:
Aquí, con un pedazo de pan bajo el follaje,
una ánfora de vino,un libro de versos, y tú,
a mi lado,cantando en la soledad...
¡Ah, la soledad sería el Paraíso!
Ix