No se ha hecho en ese blog, pero esta vez vale la pena hablar de deportes. Los recientes hechos béisboleros me hacen pensar en toda la estética y la perfección que se manifiesta en este deporte.
El 15 de Agosto de 2005 asistí a mi primera clase de literatura en la Fac. de Ingeniería; el profesor Felix Lugo entró al salón y antes de presentarse dijo: "Ayer ocourrió una tragedia, le quitaron el juego sin hit ni carrera a Pedro Martinez en la octava entrada". Que pensaría el finado profesor Felix si se hubiera enterado de lo que sucedió el Miércoles pasado?
Pues... el error de un umpire, y no los batazos del equipo contrario, estropeó el juego perfecto del venezolano Armando Galarraga.
Un juego perfecto es un juego en el que ningún jugador del equipo contrario llega a primera base. Esta es la hazaña más grande en el béisbol, y es principalmente atribuida al lanzador, a pesar de que es una hazaña de todo el equipo. En la historia de las grandes ligas ha habido sólo 20 juegos perfectos, y según wikipedia ha habido 10 juegos "casi" perfectos estropeados en el 27º bateador.
Se lo tomó con mucha tranquilidad, lo que pasó tal vez se olvidará en pocos años, pero si hubiera logrado el juego perfecto, ya estaría en los libros y sería recordado por siempre. Que lástima que un error de otra persona sea la diferencia entre ser recordado y no.
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