¡Qué prueba de la existencia
habrá mayor que la suerte
de estar viviendo sin verte
y muriendo en tu presencia!
Esta lúcida conciencia
de amar a lo nunca visto
y de esperar lo imprevisto;
este caer sin llegar
es la angustia de pensar
que puesto que muero existo.
Me envuelve, me transforma ...me obsesiona.
Al inicio busque más de esta locura en la biblioteca en horas interminables de puro delirio; despues la encontré en la música de Santa Sabina y su mar Adentro en la Sangre.
Cuando estos luminosos versos ya eran parte de mi vida llego un fantastico disco Y mi voz quemadura de Maru Enriquez, con arreglos de Jaime Lopez .
Mi canción favorita A la deriva se basa en el siguiente poema:
AMOR CONDUSSE NOI AD UNA MORTE
Amar es una angustia, una pregunta,
una suspensa y luminosa duda;
es un querer saber todo lo tuyo
y a la vez un temor de al fin saberlo.
Amar es reconstruir, cuando te alejas,
tus pasos, tus silencios, tus palabras,
y pretender seguir tu pensamiento
cuando a mi lado, al fin inmóvil, callas.
Amar es una cólera secreta,
una helada y diabólica soberbia.
Amar es no dormir cuando en mi lecho
sueñas entre mis brazos que te ciñen,
y odiar el sueño en que, bajo tu frente,
acaso en otros brazos te abandonas.
Amar es escuchar sobre tu pecho,
hasta colmar la oreja codiciosa,
el rumor de tu sangre y la marea
de tu respiración acompasada.
Amar es absorber tu joven savia
y juntar nuestras bocas en un cauce
hasta que de la brisa de tu aliento
se impregnen para siempre mis entrañas.
Amar es una envidia verde y muda,
una sutil y lúcida avaricia.
Amar es provocar el dulce instante
en que tu piel busca mi piel despierta;
saciar a un tiempo la avidez nocturna
y morir otra vez la misma muerte
provisional, desgarradora, oscura.
Amar es una sed, la de la llaga
que arde sin consumirse ni cerrarse,
y el hambre de una boca atormentada
que pide más y más y no se sacia.
Amar es una insólita lujuria
y una gula voraz, siempre desierta.
Pero amar es también cerrar los ojos,
dejar que el sueño invada nuestro cuerpo
como un río de olvido y de tinieblas,
y navegar sin rumbo, a la deriva:
porque amar es, al fin, una indolencia.
Ayy amor matame lento...lento...lento...
Ix
caray... justo con lo que empiezas... cómo me gusta esa parte, caray... gracias :D
ResponderEliminarHe estado escuchando a Maru y esa canción Mi voz que madura es muy buena. Todavía me falta asimilarla bien, pero me gusta. La otra canción no la he escuchado, pero cuando lo haga te comento algo.
ResponderEliminarme encantó! me encantó!, bajé el disco y esa rola que dices, la de "a la deriva" me gustó un chingo también, gracias!!
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