martes, 27 de octubre de 2009

Bestia - Hello Seahorse


Todavía no investigo lo suficiente acerca de este grupo (Hello Seahorse), pero creo que aquí nos encontramos ante un nuevo clásico. Claro, eso se sabrá hasta dentro de algunos años, pero yo apuesto a que éste se añejara y llegará victorioso a su encuentro con la posteridad.

Además el video está buenisimo.

Bestia - Hello Seahorse


Berrospe

martes, 20 de octubre de 2009

Vs Pearl Jam



Un reclamo enérgico Go...rock duro...letras directas que te enredan en una maraña de imagenes llenas de violencia Animal, Blood, sufrimiento no queda mas que alejarse y verlo todo a través del Rearviewmirror y por que puedes preferir a las Rats... después un descanso... llega Elderly Woman Behind the Counter in a Small Town que aun reclama pero con voz calmada el abandono...para terminar deliciosamente con Indifference.
Así es para mi el VS , fantástico de principio a fin.


Ix

viernes, 16 de octubre de 2009

Q tira 4


Pues nada... una batalla más de esta guerra... por mantener el buen humor ...jajajajaja

Ix

jueves, 8 de octubre de 2009

ELP



Hoy platicando con Ale me acordé de una época de clavadez musical que tuve hace unos años ya en la que no escuchaba otra cosa que no fuera progresivo. Entonces (aquí diría que desempolvé mis acetatos, pero era una clavada pidata XD) saqué de la carpeta del olvido el disco de Tarkus de Emerson Lake and Palmer y no he podido dejar de escuchar esta canción que a mi gusto es una joya:


Aquí están tocando 20 años después en el Royal Albert Hall, es sólo la primera parte de la pieza completa pero no pude encontrar una versión viejita que sonara decentemente.


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Ahora que si quieren verlos cuando no estaban viejitos, pansones, calvos y esos atuendos de lentejuelas de hecho se veían "cool" tocando la versión completa:

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Emerson Lake & Palmer - live Tokyo,Japan 1972 "Tarkus"



Esta banda inglesa inició a principios de los 70s con Keith Emerson en los teclados (alabado sea), Greg Lake en el bajo, guitarra y voz y Carl Palmer en la batería. Tarkus fue su segundo disco y se dice que de lo mejor de su producción. En mi opinión, de lo mejor de la época. Según esto, la banda alcanzó un éxito bastante importante en el radio en medio del hervidero de bandas progresivas de la época. Como dato curioso, grabaron también una adaptación progresiva de la obra Pictures at an Exhibition de Modest Mussorgsky.

A mi me parece una maravilla el disco, de principio a fin. Imagínense hace casi 30 años estar escuchando esto en un concierto? Ha de haber sido una locura. (ahora imagínense sumado algún psicotrópico de moda de la época ... jiji)

Que lo disfruten, si a álguien le late puede encontrar el disco completo acá

-Andriux

Q tira 3

Este monito se llama Down.
jiji

Ix

martes, 6 de octubre de 2009

De calles

Zacatecas huele a música,
aún siente los charcos llenos de ruido,
llenos de ideas,
siente los resquicios de palabras,
la penumbra de las luces de iglesia,
los pasos de las cumbias tejanas
el miedo, la prisa…
mi prisa.

Se llena con el aguacero de canciones
salen caminando el vapor
y las risas
salen recorriendo sus cuerpos,
sus minas,
grita como niño que busca bajo su cama,
como la canción clandestina, la susurrada.

Mis calles mientras tanto, se llenan de promesas,
de canciones de amor y de cuna,
mis calles no barren, coleccionan,
prenden sus faros para que las veas,
se iluminan y se colorean,
abren sus puertas, sus ventanas,
se esperanzan,
quieren que las quieras,
que las recorras y duermas con ellas.

Mis calles aventureras no barren,
coleccionan,
ellas no olvidan, añoran,
y no duermen,
te sueñan.


Sofía

Y mi voz quemadura

De la nada llega hasta mi la Decima Muerte de Xavier Villaurrutia:

¡Qué prueba de la existencia
habrá mayor que la suerte
de estar viviendo sin verte
y muriendo en tu presencia!
Esta lúcida conciencia
de amar a lo nunca visto
y de esperar lo imprevisto;
este caer sin llegar
es la angustia de pensar
que puesto que muero existo.


Me envuelve, me transforma ...me obsesiona.
Al inicio busque más de esta locura en la biblioteca en horas interminables de puro delirio; despues la encontré en la música de Santa Sabina y su mar Adentro en la Sangre.

Cuando estos luminosos versos ya eran parte de mi vida llego un fantastico disco Y mi voz quemadura de Maru Enriquez, con arreglos de Jaime Lopez .

Mi canción favorita A la deriva se basa en el siguiente poema:

AMOR CONDUSSE NOI AD UNA MORTE

Amar es una angustia, una pregunta,
una suspensa y luminosa duda;
es un querer saber todo lo tuyo
y a la vez un temor de al fin saberlo.

Amar es reconstruir, cuando te alejas,
tus pasos, tus silencios, tus palabras,
y pretender seguir tu pensamiento
cuando a mi lado, al fin inmóvil, callas.

Amar es una cólera secreta,
una helada y diabólica soberbia.

Amar es no dormir cuando en mi lecho
sueñas entre mis brazos que te ciñen,
y odiar el sueño en que, bajo tu frente,
acaso en otros brazos te abandonas.

Amar es escuchar sobre tu pecho,
hasta colmar la oreja codiciosa,
el rumor de tu sangre y la marea
de tu respiración acompasada.

Amar es absorber tu joven savia
y juntar nuestras bocas en un cauce
hasta que de la brisa de tu aliento
se impregnen para siempre mis entrañas.

Amar es una envidia verde y muda,
una sutil y lúcida avaricia.

Amar es provocar el dulce instante
en que tu piel busca mi piel despierta;
saciar a un tiempo la avidez nocturna
y morir otra vez la misma muerte
provisional, desgarradora, oscura.

Amar es una sed, la de la llaga
que arde sin consumirse ni cerrarse,
y el hambre de una boca atormentada
que pide más y más y no se sacia.

Amar es una insólita lujuria
y una gula voraz, siempre desierta.

Pero amar es también cerrar los ojos,
dejar que el sueño invada nuestro cuerpo
como un río de olvido y de tinieblas,
y navegar sin rumbo, a la deriva:
porque amar es, al fin, una indolencia.



Ayy amor matame lento...lento...lento...

Ix








6:35 AM

Y cuando, finalmente la besó,
el mundo se desvaneció y él...


despertó.

Bahena -el Wookie malhumorado-

lunes, 5 de octubre de 2009

REFLEXIONES DURANTE LA CAÍDA

Como lo prometí, aquí les tengo un cuento. Es un poco distinto a lo acostumbrado, este es de humor y es parte de uno de mis libros favoritos (del que he leído cada cuento como veinte veces), llamado "El Cañón de Largo Alcance", el autor es Marco Aurelio Almazán. Así que si lo ven, no duden en comprarlo. Este cuento se titula "Reflexiones durante la caída". Ahí les va:

Al subir a la azotea para poder admirar a la vecina que toma baños de sol, me he raspado los zapatos. Y eran unos zapatos nuevos. Bueno, supongo que eso ya no tiene la menor importancia, pero de todos modos da rabia estropearse algo que costó cerca de doscientos pesos.

¿Cuántos pisos tendrá este condenado edificio? Bastantes, me imagino, pues precisamente desde la azotea se puede dominar el panorama de todas las casas vecinas, donde toman el sol una serie de rorras imponentes. Una de ellas, la morenaza que subí a contemplar hoy, está tan monumental, que por verla mejor me empiné demasiado sobre el pretil, perdí el equilibrio, operó la ley de la gravedad, y debido a todo ello ahora vengo descendiendo con rapidez vertiginosa.

Creo que en estos momentos que preceden a mi brusco aterrizaje debo rememorar toda mi vida, como dicen que les ocurre a los ahogados en los breves minutos que están pataleando entre éste y el otro mundo. Sin embargo no me puedo acordar de nada. ¿De María Luisa? No vale la pena, con lo ingrata que fue conmigo. ¿De la Cuquis? ¿Para qué, si ya se casó? Por cierto me dijeron que le está poniendo unas astas descomunales a su señor marido. De buena me escapé.

En fin, creo que ya voy por el noveno piso y todavía no se me ocurre nada de qué acordarme. Hay que ver cómo rinde el tiempo cuando uno va en caída libre con aceleración de 9.9 metros por segundo. Creo que esa es la velocidad a que caen los cuerpos, tomando en cuenta la masa y el cuadrado de la distancia al suelo, pero no estoy muy seguro. Parece mentira que ya no me acuerdo de nada de mis clases de física. Ni de química, ni de álgebra, ni de... Lo único que se me quedó grabado en la memoria fue la anatomía, y eso porque después la seguí practicando en diversas chicas. Socorrito, Lulú, Meche... aquella sonorense tan bien dada que salía a bailar en el Blanquita... ¿Qué habrá sido de ella? ¡Pensar que estuve a punto de desfalcar el banco para irnos al Brasil! Menos mal que no lo hice, pues de otra manera ahorita estaría yo metido en tremendo lío.

No sé si estoy cayendo con la cabeza o con los pies para abajo. Como la cabeza pesa más, supongo que aterrizaré con ella. Aunque como yo siempre he tenido buena suerte, a lo mejor caigo de pie. “Tú siempre caes de pie”, me decía mi difunto tío Rigoberto. Por cierto que me gustará volver a verlo. Será gracioso, eso de darle una palmadita en la espalda “Hola, tío”... “¡Hombre! ¿Qué andas haciendo por aquí?”... “Pues nada, que volví a caer de pie”... Ja, ja, cómo me voy a reír.

Bueno, por otra parte no va a tener ninguna gracia eso de caer de pie y darme cuenta cómo se me van incrustando todos los huesos del esqueleto. Primero la tibia, luego el peroné, la rótula, el fémur... ¿O es al revés? ¿Qué viene primero, el fémur o la tibia? Bueno, supongo que todo depende del punto de vista desde donde se considere el asunto.

¡Caray, qué muchacha más mona esa que está asomada en la ventana del quinto piso! Se me quedó mirando y abrió la boca. Yo creo que quería hablarme. Lástima que no haya podido hacer una cita con ella: me encantaría invitarla a cenar a un restaurante de postín en la Zona Rosa, y después llevarla a bailar al Jacaranda... No, el Jacaranda se llena mucho, sobre todo en esta temporada de turismo. Sería mejor uno de los saloncitos por Insurgentes Sur: son mucho más íntimos. Pero desgraciadamente ya no tengo tiempo. Eso es lo malo. Las prisas en que vivimos. No alcanza el tiempo para nada. Ahora mismo debo ir con una velocidad parecida a la del módulo lunar cuando se aprestaba a descender en el Mar de la Tranquilidad. Sólo que yo no llevo motores retropropulsores.

Debo ir bastante abajo, porque ya no veo el Castillo de Chapultepec. Bueno, para lo que siempre me ha importado el dichoso castillo. Creo que nunca lo visité. Eso es lo que nos sucede a los que nacimos en la capital. Treinta años de vivir aquí, y jamás vamos a Xochimilco, a la Villa, ni a las pirámides, ni al Árbol de la Noche Triste. Debería darnos vergüenza. Pero en fin, ya no tiene la menor importancia.

Creo que definitivamente voy a caer de cabeza, pues acabo de ver el número 2 del segundo piso al revés. Y en cambio no puedo ver a la gente que va caminando por la calle, aunque sí puedo escuchar sus gritos: “¡Hazte a un lado animal, que ahí viene cayendo un cosmonauta!”

Qué brutos. Si supieran que tan sólo soy un empleado del Departamento de Cuentas Corrientes del Banco de Comercio. Es decir, era. Era un empleado, pues ahorita ya voy por el primer piso y es cuestión de segundos. Lástima que no pueda hacerle la broma a mi tío Rigoberto diciéndole que otra vez caí de pie. Porque ahora sí es seguro que caigo de cabeza. Me voy a poner el traje hecho un asco...

Alex Giles

Adios Mercedes

Ayer llamó Alejandra, estaba en el metro, le dije que esperara unos instantes, que ya estaba saliendo de la casa. Prendí al auto, baje el vidrio, prendí el radio, ...

La indómita luz
se hizo carne en mí
y lo dejé todo por esta soledad.
Y leo revistas
en la tempestad
hice el sacrificio
abracé la cruz al amanecer.
Rezo, rezo, rezo, rezo.

Morí sin morir
y me abracé al dolor
y lo dejé todo por esta soledad
ya se hizo de noche
y ahora estoy aquí
mi cuerpo se cae
sólo veo la cruz al amanecer.
Rezo, rezo, rezo, rezo por vos.

Y curé mis heridas
y me encendí de amor
Y quemé las cortinas
y me encendí de amor,
de amor sagrado.
Y entonces rezo.

... la tremenda voz Mercedes Sosa. La canción de Charly García llego a su fin y el locutor anunció que lo mismo había pasado con la vida de Mercedes esa madrugada. Lo primero que llegó a mi mente fueron esas canciones que están grabadas en nuestro código genético latinoamericano Alfonsina y el mar, Cambia todo cambia, Gracias a la vida, etc.


Un abrazo, un beso. Alejandra subió al auto y el mismo locutor le dejó caer el mismo balde de agua fría que yo había recibido instantes antes.

Les señalo aquí, un par de rockeras brechas que caminé para accidentalmente, volverme a encontrar con Mercedes. El video Yo vengo a ofrecer mi corazón y el disco Alta fidelidad (Mercedes Sosa canta a Charly García). Si tienen la oportunidad, no dejen de escuchar el disco, encontrarán la versiones definitivas de algunas de las mejores rolas de Charly.


Mercedes Sosa no deja de existir por el simple hecho de morirse.


Berrospe