14-04-11
Aunque te sueñas ángel
al despertar
no lo consideras;
y si brotaran
espontáneas tus alas
no lo creerías,
sólo testificarías,
en la prolongación del sueño,
una bella fantasía.
Pero ahora no duermes
y eres ángel
ascendiendo al tren nocturno;
y tus alas aún desplegadas
no concitarán plegarias:
nadie te venerará
en el vagón vacío.
Si no eres ángel
o el suave azar,
tal vez eres dulce colibrí,
sueño empañando espejos,
mujer viajando
en el metro.
Pues, bajo tierra,
quieres hallar
al hombre
que en sueños,
y fríos andenes,
ángel te nombra.
Alej.orfebre
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