miércoles, 11 de agosto de 2010

ECCEHOMO

SI EL DESTINO,

EN SUEÑOS MALTRATADOS,

DE NUEVO

ME ALEJA

DEL MUNDO

ME SENTIRÈ

COMO EL ÀRBOL

AYER DERRIBADO:

NO VOLVERÈ

A COBIJAR NIDOS

NI AVES;

LA LLUVIA

NO REVERDECERÀ

EN MIS RAMAS;

Y NAVEGARÈ,

NO SÈ A DÒNDE,

POR UN RÌO

QUE YA NO RECUERDA

SI ALGUNA VEZ

AMPARÒ PECES.

No hay comentarios:

Publicar un comentario