U2 360 Tour en el Estadio Azteca

Debo empezar aclarando que U2 nunca ha sido una de mis bandas favoritas, es más, sólo conozco algunas pocas de sus canciones, menos de diez seguro.
Fui a este concierto por invitación de una amiga mía, que estaba muy entusiasmada por este evento e incluso seis meses antes ya había comprado los boletos. A mí no me emocionaba mucho, pero después de todo una banda que ha estado presente en el escenario de la música rock durante tanto tiempo -pensé- debería de ser garantía de diversión.
Para abrir el concierto se presentó un grupo -Snow Patrol- que si bien no son malos, sus canciones sonaban tan parecidas entre sí, que al finalizar su acto terminaron aburriendo al respetable, por más artimañas de las que hicieron uso, como que el vocalista portara una camiseta del "Chicharito" Hernández y unas cuantas frases en mal español que siempre emocionan a las masas.
Llegó al fin la banda principal, U2. Bono con sus eternas gafas, The Edge y los otros dos.
Musicalmente hablando, aunque el sonido era bueno, era difícil oír al grupo dado el griterío del público. La mitad de la gente no va a escuchar a la banda, sino a gritarle y la otra mitad va a grabar el concierto vía teléfono celular. Sin embargo, con lo que logré escuchar me encontré a un Bono muy desafinado, esforzándose poco por lograr notas altas decentes -los mexicanos no son muy exigentes, basta con que les haga un bailecito sexy- pensaría este personaje.
Por otra parte tenemos a The Edge, que si bien es un buen guitarrista, no se compara con los pesos pesados del Rock como Slash, Brian May o John Frusciante, por mencionar algunos. Con todo y que hizo gala de ser conocedor de guitarras al utilizar varios modelos de Telecaster, Stratocaster, Les Paul e incluso la Gibson SG que hiciera famosa el también famoso -y virtuoso- guitarrista de Led Zeppelin, Jimmy Page. Además de las guitarras utiliza muchos efectos electrónicos, pero esto no basta para ser considerado una leyenda de la lira.
Quizá el único que me causó una buena impresión fue el baterista, Larry Mullen Jr. Este hombre es bastante bueno y muy seguro incluso tocando ritmos complicados como en Sunday, Bloody Sunday.
De esta canción quiero decir que fue la que mejor les salió y la que menos conocía el público. Soberbia pieza que data de los primeros años de la banda y que explotó un tema controversial en Irlanda para impulsar la popularidad del grupo. Igual que su lucha contra el sida, su lucha por la justicia en los países tercermundistas, etc, etc.
U2 es un éxito comercial, tanto que han sido los máximos ganadores de Grammys de todos los tiempos. Utilizan una excelente publicidad y son del agrado de la gente -sobre todo la gente fresa que se siente rockera. Para muestra un ejemplo, este concierto fue llamado U2 360 Tour y entonces uno se imagina que van a estar por todos lados y que será algo realmente espectacular ver el movimiento de la banda. Pero fue un timo. De vez en cuando se movía lentamente la tarima donde estaba el baterista y muy de vez en cuando Bono o The Edge caminaban hacia alguno de los lados o hacia atrás.
En lo personal creo que fue un verdadero fraude y agradezco que me hayan invitado, porque de haber comprado yo el boleto lo hubiera lamentado en serio, estaban a precios de primer mundo, en un país tercermundista. ¿Y ahora, quién podrá ayudarnos? ¿U2? ¡No creo!